miércoles, 1 de septiembre de 2010

Negro querido

El sábado fui a casa a visitarte. Llegué con la excusa de pasear mis copas, de mostrarte todo lo que estoy aprendiendo, todo lo que estoy dando por nuestros colores. Fui a verte lleno de ilusiones, lleno de alegría. Me emocioné hasta las lágrimas cuando pisé por primera vez el césped del Cementerio de los Elefantes. Ese mismo césped que por el hecho de pisarlo, tantos grandes tuvieron que pagar con derrotas  humillantes. Saliste a la cancha y sentí el orgullo de vestir tus colores. Te vi caer y no agachaste la cabeza y te aplaudí, grité, salté y te despedí de pié. ¡¡¡¡¡Porque tengo orgullo, porque tengo sangre, porque soy del negro desde la cuna y hasta el cajón!!!!!!!!!. No te caigas Negro, tus Sabaleritos te hacen este regalo. Pone los parlantes al máximo y disfrutalo.

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